El concepto “sala blanca” aparece en el s. XXI. Por ese entonces esta sala era denominada con el nombre de sala limpia. El concepto y su aplicación comenzó en el ámbito sanitario, cuando cirujanos y microbiólogos se dieron cuenta de que las infecciones que se producían en los quirófanos, algo muy común en esa época, se reducían cuando existía ventilación en las salas y cuando esterilizaban el material que usaban para las operaciones. Cuando se dieron cuenta de este hecho, empezaron a  esterilizar e higienizar los materiales y a los propios pacientes y médicos antes de entrar a la sala, para evitar las temidas infecciones.

Las salas blancas, aunque comenzaron en el mundo de la medicina, se fueron extendiendo a otros ámbitos como son la industria nuclear, la farmacéutica y un largo etcera, mejorando y controlando la calidad ambiental de los espacios donde se trabajaba.

Actualmente la sala blanca o sala limpia es una sala diseñada específicamente para mantener bajos niveles de contaminación y trabajar en ella. La sala blanca es muy práctica y necesaria para determinados procesos y operaciones, ya que mantiene la calidad de los productos y evita la contaminación de los mismos.

En OPTIMA RTI, por ejemplo, la utilizamos para la formulación de nuestros productos de limpieza y desinfección, nuestra línea de cosmética y la línea de veterinaria, lo que nos permite tener el máximo control sobre el proceso y mantener la calidad de nuestros productos químicos. El objetivo es tener una zona de trabajo donde se minimice la introducción, generación y retención de partículas en todo momento.

Hay elementos con los que tenemos que tener especial cuidado a la hora de llevar un control de la sala blanca, como pueden ser limpieza del aire, presión diferencial, temperatura y otras variables climáticas como puede ser la humedad

No todas las salas blancas tienen las mismas exigencias a la hora de ser utilizadas, por lo que no todas tienen las mismas características, pues dependen de su utilización y su finalidad, ya que se puede limitar la contaminación externa en diferentes niveles.

Pueden ser:

• Exclusión microbiana: sirve para prevenir la contaminación de materiales estériles, componentes y superficies en operaciones asépticas.
• Limitación microbiana: en las zonas ocupadas próximas a operaciones asépticas, para minimizar la introducción de contaminación en la zona de exclusión.
• Exclusión de partículas: Asociada a mudo con la exclusión microbiana, también se aplica independientemente para materiales lavados antes de su esterilización.
• Limitación de partículas; para reducir la carga de partículas en elementos antes del lavado
• Excluir la contaminación cruzada: para prevenir la contaminación de un material o producto con otro.
• Exclusión de contaminación externa; incluida la que puedan producir los propios operarios.